
Trucos para el mantenimiento de candados
Los candados con el tiempo, o por factores climáticos pueden ir perdiendo la precisión de su mecanismo haciendo que se dificulte su uso, ya sea al abrirlos o al cerrarlos...
Los candados con el tiempo, o por factores climáticos pueden ir perdiendo la precisión de su mecanismo haciendo que se dificulte su uso, ya sea al abrirlos o al cerrarlos.
Hay una forma muy fácil de hacerles mantenimiento cuando notamos que por primera vez su mecanismo va perdiendo su funcionalidad.
Después de haber hecho ésto notarás cómo el candado que antes era difícil cerrarlo, o que necesitaba hacerlo con la llave colocada girándola, funcionará como cuando estaba nuevo
Para hacer este mantenimiento sólo debemos moler bien una parte de una mina de lápiz negro tradicional (grafito), unos tres o cuatro centímetros; cuanto más molida esté mucho mejor, ya que el polvo de grafito penetrará en todo el mecanismo. Se puede usar una hoja de papel para el proceso: doblar la hoja, colocar dentro la mina y así será más fácil aplastarla hasta que vaya quedando el polvo del grafito. Con un rodillo de cocina, o simplemente con la base de una botella o vaso, el proceso de molido se realiza de forma más sencilla.
Luego introducimos un poco de este polvo en la parte donde entra la llave y en la parte de arriba donde está el arco del candado: ésto debemos hacerlo con el candado acostado para que no se salga el polvo, y debemos meter, girar y sacar la llave, al igual que el arco, unas 10 o 15 veces hasta que notemos que el polvo ya ha hecho contacto en todo el mecanismo del candado.
También deberás “pintar” la llave con el mismo lápiz para que ésta quede preparada con el resto del proceso.
Recuerda que no es recomendable echarle ningún tipo de aceite ya que éste podría empeorar el problema en lugar de solucionarlo, y mucho más si el candado está en contacto con el agua (lluvia).
Esperamos que esta información os sea muy útil, y podais alargar el funcionamiento de vuestros candados